HISTORIA DEL COLEGIO

 

 

Dos siglos después de la fundación del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, se produce su llegada a España, y ya en 1879, los Hermanos llegan a Andalucía. Pero los que desembarcaron en Almería en 1909, eran franceses, que con motivo de la secularización decretada en el país vecino tuvieron que abandonar los Colegios, y aquí vienen de los territorios franceses de Argel y Orán. Vinieron a Almería por la distribución administrativa de la Congregación, que comprendía las zonas de Baleares, Norte de África y Canarias. Tras las conversaciones mantenidas con el Obispo de Almería, don Vicente Casanova, se asentaron primeramente en la calle Baja Almanzor, 2, propiedad de doña María Acosta, y que, con un arreglo previo, podría recibir hasta diez Hermanos y ciento veinte alumnos.

 

 

Primera sede en la calle Baja Almanzor, 2

Escuela gratuita

En el año 1910 se estableció otra escuela en los locales del Seminario, y se llamó Escuela Gratuita. Hacia el año 1922 esta escuela se trasladó a la rambla de Belén, cerca de la parroquia de San José, edificio cedido por don Juan Vivas Pérez. Estuvo funcionando hasta el año 1936, en que la Guerra Civil deja truncado este proyecto de Escuela Gratuita.

 

Otra fundación sería la de Cuevas de Almanzora, en el antiguo convento de los Dominicos. Según una placa que está a la entrada de la escuela, la fecha de llegada de los Hermanos fue el 3 de enero de 1920, y durante unos quince días estuvieron albergados por los jesuitas; la villa contaba con unos 25000 habitantes, ocupados en la minería y la agricultura. Este colegio, llamado de Nuestra Señora del Carmen, pervivió hasta 1953, en que se abrió un Instituto de Bachillerato Público.

 

Segunda sede en calle Álvarez de Castro

 

 

En cuanto al Centro actual, se llegará a él tras una serie de vicisitudes y traslados entre los años 1933 a 1935. Este año, de 1935, en el Malecón de Abellán (antiguo nombre de esta huerta) hay un cuartel en construcción, y corren rumores de que no se va a terminar. Los Hermanos ven la oportunidad de poder albergar a la Comunidad y los internos en un local con la amplitud necesaria y compran el inmueble. Aquella Comunidad sería pronto apresada y abrazaría la palma del Martirio, como máximo exponente de la persecución religiosa que padeció el país en aquellos años.

Tras las incidencias de la Guerra Civil, en 1939, la nueva Comunidad de Hermanos pasa a residir en él, y un año más tarde contaba ya el Colegio con 600 alumnos, 90 de ellos internos. El Centro va, poco a poco adquiriendo la cara que conocemos, y el 15 de mayo de 1943, fiesta de La Salle,  se inaugura el mosaico de la fachada, que se conoce como la “estampa de las cinco razas”.

 

Se hace un llamamiento por parte de la dirección del Centro a todos los que fueron alumnos tanto en Almería como en Cuevas de Almanzora. Asiste un buen número de ex alumnos a esta convocatoria que tenía por finalidad la elección de representantes para la organización de la Asociación de Antiguos Alumnos de La Salle. En 1945 queda constituida la Asociación mediante la aprobación de sus estatutos. Es importante resaltar el hecho de que por iniciativa de dicha Asociación y por su participación económica fue posible el comienzo de la construcción de un nuevo Colegio, una nueva fundación, esta vez en el barrio de los Molinos, La Salle Chocillas, que surge como un reto educativo para conmemorar el Cincuentenario de la llegada de los Hermanos a Almería en 1959, y que abre sus puertas en 1961, ahora celebramos su cincuentenario también. Empezó funcionando con cuatro clases y ahora tiene una línea de Educación Primaria y Educación Secundaria.

 

Cuarta sede llamada Malecón de Abellán

 

 

A comienzos de la década de los sesenta y con dos obras educativas estables en Almería, La Salle es ya un referente educativo de primerísima línea en la ciudad y provincia, formándose en nuestro Centro los cuadros intelectuales, y técnicos que han sido, y están siendo rectores de nuestra sociedad. Sólo con dar un paseo por los colegios profesionales (de médicos, de arquitectos, de abogados, jueces, fiscales, etc) así como en la Universidad, en el mundo de la empresa y de la política, veríamos la ingente cantidad de antiguos alumnos que están al frente de estos organismos y que gustan verse reflejados en las orlas que cuelgan nuestras galerías. Podríamos poner múltiples ejemplos, pero por no dar nombres y olvidar otros, diremos que en el Ayuntamiento de Almería, hay cinco concejales antiguos alumnos, sin contar con el alcalde, antiguo alumno de La Salle Maravillas.

Con el transcurso del tiempo, nuestro Colegio experimenta diversas reformas. A comienzos de los años 70 va desapareciendo el internado, pues se van creando distintos centros de Bachillerato por la provincia.

La década de los setenta marca el inicio de una progresiva transformación y adaptación del Centro a nuevas realidades que se van a ir plasmando entre los años setenta y noventa: se acometen obras de mejora en las instalaciones (gimnasio, vestuarios, salón de actos). Sucesivamente se dota de: salas de audiovisuales, remodelación de las zonas de conserjería, secretaría y administración, sala de profesores, biblioteca, capilla, comedor escolar, patio central… y otras.

Las mismas transformaciones del espacio físico coinciden con grandes cambios en el colectivo humano: el Colegio deja de tener alumnos internos, se va convirtiendo en Centro mixto, admitiendo alumnas, y los profesores seglares van complementando el claustro de educadores en colaboración estrecha con los Hermanos.

Sede actual en Avda. Federico García Lorca, 60

 

Colegio La Salle Virgen del Mar

De los cuatro alumnos iniciales, hoy superamos los mil trescientos con un claustro de más de setenta docentes, teniendo en cuenta la incorporación del Centro de Formación Profesional Virgen Del Mar, que completa la oferta educativa de infantil, Primaria,Secundaria y Bachillerato con Ciclos Formativos de Administrativo, Enfermería y Farmacia.

Ahora, ciento doce años después, la obra de La Salle en Almería está completamente implantada y consolidada. Ofrece una educación integral en todas las etapas y va dando respuestas, como siempre desde su fundación, a las distintas necesidades educativas que se van planteando día día, desde los valores que emanan del Evangelio, centrada en el alumno, ayudando a descubrir la luz que uno lleva dentro, y haciendo mostrar su estrella.